GÉNERO
1. ¿Cómo surge la categoría género?
La disciplina que primero utilizó la categoría género para establecer una diferencia con el sexo fue la psicología, en su vertiente médica. Robert Stoller (Sex and Gender, 1968) estudió los trastornos de la identidad sexual, examinando casos en los que la asignación de sexo falló, ya que las características externas de los genitales se prestaban a confusión. Tal es el caso de niñas cuyos genitales externos se han masculinizado, por un síndrome adrenogenital; o sea, niñas que, aunque tienen un sexo genético (xx), anatómico (vagina y clítoris) y hormonal femenino, tienen un clítoris que se puede confundir con pene. En los casos estudiados, a estas niñas se les asignó un papel masculino; y este error de rotular a una niña como niño resultó imposible de corregir después de los primeros tres años de edad. La personita en cuestión retenía su identidad inicial de género pese a los esfuerzos por corregirla. También hubo casos de niños genéticamente varones que, al tener un defecto anatómico grave o haber sufrido la mutilación del pene, fueron rotulados previsoriamente como niñas, de manera que se les asignó esa identidad desde el inicio, y eso facilitó el posterior tratamiento hormonal y quirúrgico que los convertiría en mujeres.
2. ¿Sexo y género son lo mismo?
El sexo esta determinado por el cuerpo físico, es decir, son las características biológicas (cuestiones anatómicas, fisiológicas, hormonales y cromosomicas). De esta manera, el sexo se refiere a las diferencias biológicas entre hombre y mujer. Por otro lado, el género es un concepto que ayuda a comprender como, al hecho de nacer con determinadas características sexuales, se le asigna determinadas actividades, valores, roles y comportamientos, que colocan a unos y otras en posiciones desiguales. Por lo que la diferencia, es que el sexo es biológico y el genero se construye socialmente.
3. ¿Qué es género?
Se llama género, al conjunto de creencias, valores, comportamientos y actividades atribuidas de manera diferenciada a mujeres y hombres, a través de un proceso de asimilación social. El concepto de género es relacional, es decir, involucra tanto a hombres como a mujeres en su relación, no de manera separa.
4. Y esto, ¿qué significa?
Significa que cada sociedad establece que es lo propio para las mujeres y que es lo propio para los hombres. Entender esto, permite ver que lo que se creía“natural” porque pareciera que así ha sido siempre, no lo es, ya que es algo que la sociedad ha ido construyendo, que es diferente si la persona es joven o anciana, y que varia de cultura a cultura, si viven en la ciudad o en el campo, si es indígena o mestiza, si nació en China, en Francia o en México.
5. ¿Qué es la perspectiva de género?
La perspectiva de genero, es una manera de ver el mundo y las relaciones entre las personas, además es una opción que sirve para generar un cambio en la sociedad buscando relaciones mas armónicas entre hombres y mujeres. Adoptar la perspectiva de genero implica visualizar, analizar y actuar sobre las situaciones de inequidad, discriminación e intolerancia generadas a partir de la diferencia sexual.Todas las sociedades estructuran su vida y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual. Esta diferencia anatómica se interpreta como una diferencia sustantiva que marcará el destino de las personas. Lo lógico, se piensa, es que si las funciones biológicas son tan dispares, las demás características –morales, psíquicas– también lo habrán de ser.
Una perspectiva de género desde la educación abarca varios ámbitos, desde el diseño de libros de texto y programas no sexistas hasta desarrollo de políticas de igualdad de trato y oportunidades entre maestros y maestras. Así como en el ámbito laboral es importante suprimir la discriminación que afecta a la población femenina, en el terreno educativo es crucial eliminar las representaciones, imágenes y discursos que reafirman los estereotipos de género.
Hace años, en los setenta, los libros de texto de primaria eran el ejemplo clásico de representaciones sexistas, aún hoy lo son. Las figuras femeninas aparecían realizando las tareas domésticas tradicionales y las masculinas todas las demás actividades. Una escena, que hacía referencia al paso de la infancia a la edad adulta, era especialmente elocuente. Se veía a un niño y una niña, ambos jugando, él con un carrito, ella a la cocinita, haciendo tortillitas; después lo mostraban en la juventud, él con libros bajo el brazo y ella en una cocina, arreglando la comida; la última escena era el hombre adulto manejando un camión y la mujer, ¿adivinan?: cocinando. No es difícil comprender qué mensaje recibían y aún reciben niñas y niños con esas imágenes.
El desarrollo agudiza la contradicción entre el rol femenino tradicional –el papel de madre y ama de casa– y los nuevos roles, de ciudadana y trabajadora. Una perspectiva de género ayuda a reconocer cómo las costumbres culturales limitan la participación femenina en la vida pública. Las contradicciones están al punto. Tanto desde el discurso político como desde los medios se acepta y hasta se impone como legítima la imagen de la mujer que trabaja fuera de la casa, sin plantear para nada la necesidad de una infraestructura de servicios sociales y ni de recomponer las pautas –no compartidas– del trabajo familiar.
6. El aprendizaje y el género
7. Género, democracia y ciudadanía
Si algo caracteriza la vida contemporánea es que amplía el marco de acción de la mujer, sacándola del estrecho espacio de la familia y forzándola, a veces contra sus deseos, a ingresar al mundo del trabajo o de la actividad política. Esto es la consecuencia inevitable de la modernización y pone en cuestión la división el trabajo en la familia y en la sociedad. Justamente si algo implica la verdadera "incorporación" de las mujeres a la sociedad, y eso se comprueba en las sociedades modernas, es el rompimiento de la identificación mujer/familia, que obliga a impulsar la participación masculina en las tareas domésticas y a desarrollar una amplia infraestructura de servicios sociales.
8. ¿Qué se pude hacer?
Cuestión de equidad. Al hablar de equidad, se asumen las diferencias, pero no el valor desigual que comúnmente se les asignan. Equidad es aceptar la diferencia, pero no la desigualdad.
Cambio de actitudes. Una de las dificultades para poder comprender los problemas de genero que se viven cotidianamente es, curiosamente, verlos, ya que se han convertido en algo “normal”, en algo que es parte de la vida misma.
El lenguaje y el género. Es importante analizar de que manera el lenguaje refuerza las relaciones de inequidad entre las personas y la subordinación de las mujeres y el papel protagónico de los hombres.
El cambio de actitudes supone reconocer que la forma de comportarse, las palabras que se utilizan, los sueños y las expectativas de vida, la manera de sentir y relacionarse, entre muchas otras, están cargadas de prejuicios, estereotipos, normas, prohibiciones y valoraciones negativas que limitan el desarrollo integral de las personas.
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