lunes, 4 de marzo de 2013

COMENTARIO: ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS

 
COMENTARIO
Bueno hoy en día los estereotipos son los ejemplos más estudiados de la categorización social. Debido a que la construcción de los estereotipos y el prejuicio se encuentra estrechamente vinculada a los procesos de comparación e identificación social. Adicionalmente, observamos que la sociedad peruana tiende hacia la estereotipia y el prejuicio sobre la base de características sociales y étnicas, a pesar de que muchas veces no hay conciencia de ello. La estereotipia y el prejuicio normalmente se basan en tres características principales que son la edad, el sexo y la raza (Fiske, 1998; Stangor, 2000). Pero no siempre las categorías sociales resultan tan fáciles de identificar. Ortiz (1999) refiere que en el Perú se segrega según nuestra imaginación. Esto se aprecia en la falta de consenso para decir quiénes son cholos, blancos o mestizos, concluyendo que la blancura o choledad no dependen solo del color de la piel, sino que conforman categorías socioculturales más complejas. En este contexto, el choleo se ha convertido en una forma de discriminación que integra aspectos étnico-raciales como los factores lingüísticos y de origen, y aspectos socio- culturales como la educación y la cultura (Cosamalón, 1993; Twanama, 1992). En síntesis, los conflictos intergrupales en el Perú contemporáneo podrían ser interpretados como una expresión de dudas sobre el sí mismo colectivo, incertidumbre e incapacidad para resolver diversos problemas que afectan al país (Comas-Díaz, Lykes & Alarcón, 1998). De esto se desprenden las dificultades para la formación de las distintas identidades étnicas de los grupos que habitan en la nación, y el refuerzo de los estereotipos y prejuicios asociados a estas. Para Moghaddam, Taylor y Wright (1993) destacan el carácter funcional de la estereotipia debido a que el proceso no puede ser considerado cognitivamente inferior o socialmente destructivo. Sin embargo, lo anterior no significa que algunos estereotipos sean generalizaciones sin fundamento que promueven el conflicto intergrupal (Moghaddam, 1998). El prejuicio, por su parte, es visto como carga afectiva negativa que puede ser dirigida directamente a un grupo como un todo o a un individuo por su pertenencia a ese grupo (Allport, 1954; Gardener, 1994; Stangor). Desde que nacemos nos enseñan a diferenciarnos de los demás, asimismo nos enseñan a comportarnos, pensar a que debemos jugar o como vestir, etc. Y lo más importante que es aceptado por la sociedad y que no. Las niñas juegan con muñecas y los niños con carros. Los hombres deben de trabajar para mantener la casa y las mujeres deben dedicarse a su casa y a sus hijos. Actualmente la sociedad nos infunde la belleza y la forma de vivir. Todo lo anterior nos refuerza los sesgos y prejuicios que aprendemos y aquellos que vamos fortaleciendo. Y através de los estereotipos y de los prejuicios vamos reafirmando nuestra identidad y autoestima, rotulando los aspectos negativos de los demás. De esta manera obtenemos diferentes formas de discriminación y rechazo ha aquellos que consideramos diferentes y formas de reafirmar nuestro poder y dominación sobre ellos.
 

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